Boicot a unos asesinos/maltratadores

7 03 2008

Gracias a un mail de Edu, he podido saber que está circulando por internet una campaña de recogida de firmas contra un hijo de p «artista» costarricense llamado Guillermo Vargas Habacuc, a fin de que se impida su participación en la Bienal Centroamericana de Honduras 2008.

¿La razón? La amarguísima polémica que existe actualmente en la red, con motivo de una exposición celebrada en la Galería Códice de Managua, a partir del día 16 de agosto de 2007. Este hijo de p «artista», con ayuda de unos chavales a los que pagó unas monedas, persiguió y capturó a un perro callejero en Managua, lo llevó a la galería, y allí lo ató con una cuerda corta de nylon a una de las paredas de la sala de exposiciones, sin agua y sin comida, a la vista de todo el público, como si de una «obra de arte» más de tratase.

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El hijo de p «artista» manifestó que su intención fue dejar que el perro muriese de inanición, para denunciar la hipocresía de la gente y mostrar cómo un perro callejero se convierte en foco de atención cuando está en una galería, y no cuando está en la calle (aunque como cuento más adelante, se niega que sucediese así al final).

La cuestión, ya de por sí abominable, se acentúa por cuanto que existen varias fuentes que afirman que los hijos de p galeristas y el «artista» dejaron efectivamente morir de inanición al perro, mientras que estos últimos lo niegan. Según algunos supuestos testigos presenciales, el perro murió efectivamente. Así lo puso de manifiesto el diario digital La Nación de Costa Rica, citando a Marta Leonor González, editora del suplemento cultural de La Prensa en Nicaragua, quien afirmó tajantemente que el perro murió tras un día en la exposición.

De otro lado, la hija de p Directora de la galería niega que los hechos acabasen de esa forma, afirmando que el perro estuvo suelto en el patio interior de la galería salvo las tres horas que duró la exposición, y se le estuvo alimentando de forma regular. Dice igualmente que el perro finalmente se escapó y nunca más se supo. Esta hija de p galerista tiene incluso la desfachatez de decir que «quería quedarse con Natividad (nombre con el que bautizaron al perro) pero él prefirió retornar a su propio hábitat».

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Qué queréis que os diga. No sé si es cierto o no que el perro efectivamente murió en la exposición. Si así fue, ganas me dan de que tanto al tal Habacuc como a la Directora de la Galería (Juanita Bermúdez, que se sepa también su nombre) les aten en medio de la calle sin comida y sin agua. Y si no falleció tal y como cuentan, pues me da igual. Uno es un carnicero narcisista que ha utilizado el maltrato a un animal para provecho personal. La otra es una hija de perra (con perdón para los cánidos) por permitir semejante salvajada en su negocio, amparándose en la libertad creativa de otro hijo de perra, únicamente con ánimo de lucro.

Y hay más tarados en este asunto. Todos aquellos que pasaron por la exposición y no hicieron nada para liberar al animal de su tortura. Y los hay. Mirad sino la siguiente foto:

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Os juro que veo la imagen, veo a toda esa gente paseando por la galería y charlando, dándole la espalda al perro, y me entran ganas de liarme a palos. Estoy hasta los huevos de quienes defienden el todo vale bajo la excusa de la libre expresión artística (toros incluidos). Habrá alguno que me eche en cara esta generalización porque hablamos de un caso extremo. A esa gente le contesto directamente: Hablaríamos de un caso extremo si esta abominación la hubiera cometido el tal Habacuc en el salón de su casa. En el momento en que se comete en una galería, con público «admirando» la obra con toda naturalidad, a este caso se le da carta de normalidad. Y al que me lo discuta, me lo como.

Si alguien quiere dejar su firma para el boicot del asesino/maltratador, razón AQUÍ.

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Siento la crudeza de las fotos. Ésto es lo que se encontró la gente en la galería. Y ésto es lo que se permitió que se hiciera.

EDITO: Parece ser que hay quien, dentro de esta polémica, afirma que no se trata más que de un montaje para desprestigiar a la galería y a la Bienal. Yo no sé qué hay de cierto en todo ésto. Y precisamente por ello he optado por dar las dos versiones y, en función de lo que he leído, dar mi opinión. Hay varios artículos del diario La Nación sobre este tema. También he leído que se trata de un diario bastante cuestionado en cuanto a su línea editorial. No sé quién tendrá la razón en este tema. Yo me quedo con las imágenes, que desde luego no parecen un montaje, y saco mis conclusiones. Repito que lo indignante es que lo «expusieran» (de que se hizo no tengo muchas dudas), y no tanto el final del pobre perro (que también lo es).

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AQUÍ tenéis el comunicado de la WSPA (Sociedad Mundial para la Protección Animal) sobre el tema.

AQUÍ tenéis la noticia, tal y como la publicó el diario La Prensa de Nicaragua.

A mí desde luego, con todas estas informaciones, no me parace que sea un montaje la realidad de la «exposición».