Recopilación de Opening Credits

18 11 2007

He leído en El País que se va a publicar una monografía interesantísima acerca de la historia de los títulos de crédito en el cine («Uncredited«, Index Books, Antonio Boneu y Gemma Solana), en la que se recopila el trabajo de 496 diseñadores, en unas 1.200 películas, desde El nacimiento de una nación (1915), hasta Se7en (1995).

La pasión por el cine es algo que me ha acompañado desde bien pequeño. Buena parte de mi infancia ha pasado entre partes contratantes, replicantes, halcones malteses, a Dios pongo por testigo, un señor que no era Kaplan y arsénico compasivo. Y una de las cosas que me fascinaban eran los títulos de crédito de algunas películas. Con los años descubrí que muchos de ellos los había creado un mismo tipo, un tal Saul Bass del que yo, por supuesto, no tenía ni puñetera idea.

 

 

Como me encantan el cine, el diseño gráfico y la música, no puedo por menos que sentir pasión por la suma de esas tres cosas. Y como consecuencia de tal afición, os dejo una selección de mis opening credits favoritos.

Se7en (David Fincher, 1995). La obra maestra de Kyle Cooper. Una de las mejores (y más inquietantes) de la historia del cine, en mi opinión:

Del propio Kyle Cooper también me encantan los títulos de La Isla el Dr. Moreau y Dawn of the dead (2004).

Snatch (Guy Ritchie, 2000). De lo más original en los últimos años:

Anatomía de un Asesinato (Otto Preminger, 1959). Saul Bass en estado puro.

Casino (Martin Scorsese, 1995). Otra obra maestra de Saul Bass.

Atrápame si Puedes (Steven Spielberg, 2002). Impresionantes créditos con un toque retro que evoca directamente al maestro Bass.

Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios (Pedro Almodóvar, 1988). De Juan Gatti, el favorito de Almodóvar.

Alien (Ridley Scott, 1979). La oscuridad, el vacío, el silencio que rodean a la tripulación de la Nostromo.

Delicatessen (Marc Caro y Jean Pierre Jeunet, 1991):

Charada (Stanley Donen, 1963). En mi top three particular. ¿Qué ocurre cuando se juntan dos genios como Saul Bass y Henry Mancini? Pues ésto:

Dr. Strangelove (Stanley Kubrick, 1964). Minimalismo obra de otro maestro, Pablo Ferro, sobre una escena «sexual» de altos vuelos.

Y para acabar, los que para mí son los mejores títulos de crédito (en concreto, ending credits, no opening), por su originalidad, por cómo captan la esencia de la película y porque la idea es tan buena que me parece digna de un genio. Por supuesto, hablamos una vez más de Saul Bass y West Side Story (Robert Wise, 1961).

Otros trabajos de Saul Bass, para quien tenga curiosidad: Ocean’s Eleven (versión de 1960), Psicosis, Seconds (una auténtica maravilla), Godfellas, Grand Prix, Con la Muerte en los Talones, Éxodo o Vertigo (o la unión de otros dos genios, Bass y Bernard Herrmann, al igual que en Psicosis y Con la Muerte en los Talones).

Y hablando de Vértigo, y ahora sí que termino de verdad, una de las cumbres en la obra de Saul Bass: el cartel de la película de Hitchcock (que tenemos enmarcado en el salón de casa).

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