Abajo España

10 08 2008

Como os podéis imaginar, ya estoy de vacaciones, disfrutando del dolce far niente y con los preparativos del viaje (ya os contaré antes de irme). Y entre una cosa y la otra, y pese a la jodienda del horario, veo algo de los JJOO. A la espera de que llegue lo bueno de verdad (las finales gordas de natación, las de gimnasia deportiva, el atletismo y el baloncesto), a día de hoy ya llevamos dos medallas. La última (bronce) ha llegado hace escasas horas y ha habido algo que me ha hecho gracia y me ha servido de excusa para sentarme y dar señales de vida en el blog.

El tirador que ha ganado la medalla, como todos sabréis ya por las noticias, se llama José Luis Abajo, «Pirri». Los diseñadores de la equipación nacional de esgrima han tenido muy poca vista, teniendo en cuenta el apellido del madrileño. Está bien eso de que un deportista olímpico hunda en su retaguardia al mismo país cuyo himno pretende hacer sonar en la ceremonia de entrega de medallas, para gloria de sus paisanos… 😉

Claro que, bien pensado… Peor sería que se llamase José Luis Arriba, ¿no?





Memoria selectiva

17 07 2008

Hago un paréntesis en mi furia para ponerme futbolero cebolleta. Ahora que se ha ido Ronaldinho al Milán me ha dado por acordarme de uno de los (muchos) maravillosos artículos de quien para mí es, con diferencia, el mejor periodista deportivo de este país: Santiago Segurola. Data de un 20 de noviembre (lagarto, lagarto) de hace 3 años. La noche antes pasó esto (en el vídeo la fecha está mal)…

Y Segurola lo contó al día siguiente así en El País:

«Un Barça glorioso.

Una noche para el recuerdo abrió heridas profundas en el Madrid y coronó al Barça en el Bernabéu, donde se asistió a un partido que recordó a otro inolvidable, aquel de Cruyff y el 0-5 que jamás se borrará de la memoria de los aficionados. El Barça desplegó todas las cualidades que le han convertido en el equipo más brillante del fútbol europeo.

Una noche para el recuerdo abrió heridas profundas en el Madrid y coronó al Barça en el Bernabéu, donde se asistió a un partido que recordó a otro inolvidable, aquel de Cruyff y el 0-5 que jamás se borrará de la memoria de los aficionados. El Barça desplegó todas las cualidades que le han convertido en el equipo más brillante del fútbol europeo. A la cabeza, Ronaldinho, autor de dos goles que terminaron con cualquier debate. La hinchada del Madrid lo reconoció con elegancia. Allí había un jugador excepcional y un equipo formidable. Del Madrid no quedó nada. Sólo desánimo y destrucción. La derrota sólo manifestó todos los síntomas que aquejan a un equipo que viene de numerosos fracasos y parece abocado a una crisis enorme.

El partido retrató la abismal diferencia actual entre los dos equipos. Uno responde a un plan. Está diseñado para jugar. Ficha para ajustarse a un modelo. El Barça no sólo es un equipo, es una idea de fútbol, una idea singular en estos tiempos, pero perfectamente conocida en un club que cambió radicalmente con Cruyff. Hay un hilo que conecta a aquel Barça con éste. Se observó con claridad en Chamartín. El Barça jugó con autoridad y clase. Y esta vez no le faltó el coraje que le faltó en otras ocasiones, cuando se presumía una superioridad que no terminaba de concretar. Enfrente tuvo a un equipo que no obedece a ningún plan. El Madrid es producto de una idea mercantil que ha destinado al fútbol a un papel secundario. Tiene estrellas, contrata jugadores, gasta enormes cantidades de dinero, pero es un equipo sin perfiles. Ni se sabe a qué juega, ni tiene posibilidades de jugar bien. Es un mosaico decepcionante, con una plantilla descompensada, con algunos jugadores en el crepúsculo de su carrera, todos ellos condenados a la titularidad por las peculiares prioridades del club. No faltaron Zidane, Beckham, Roberto Carlos y Ronaldo en el equipo que se enfrentó al Barça. Alguno venía de un largo periodo de inactividad -Ronaldo-, otros pasaron sus mejores días hace bastante tiempo -Zidane-, otro es el sello comercial del club -Beckham- y Roberto Carlos no tiene sustituto en la plantilla. Pero todos jugaron. A su alrededor, un equipo abnegado en el mejor de los casos, irrelevante en el plano futbolístico, inferior al Barça en todos los aspectos.

La hinchada asistió con amargura al desastre del Madrid y tuvo la grandeza de admitir la superioridad del Barça, encabezada por Ronaldinho, autor de dos goles impresionantes que le coronaron como el jugador del partido. Ronaldinho eligió el partido perfecto para proclamarse futbolista del año, balón de oro y todos los galardones que quiera. Es en noches como esta, donde los grandes futbolistas están obligados a manifestar sus poderes. Nadie en el Madrid pudo desafiar a Ronaldinho, Eto’o y Messi, la delantera que está destinada a protagonizar grandes días para el Barça y para la Liga española. Si el Madrid no reacciona con el proyecto futbolístico que ahora no tiene, el Barça tiene vía libre para hacer época. Es un equipo joven, brillante y bien construido. Con una particularidad, representa un ideal futbolístico tan poco corriente que se convertirá en un formidable reclamo comercial en todo el mundo. Todo lo que el Madrid pretende hacer con estrellas publicitarias, el Barça lo conseguirá por puro fútbol. Y con poco gasto.

No hubo discusión: el Barça se impuso en todos los órdenes. Acreditó su autoridad con goles, ocasiones y excelentes jugadas. Es posible que no sea un equipo impermeable. Concede oportunidades que son impensables en la Juve o en el Chelsea, pero su propuesta es magnífica. Juega al ataque y juega exquisitamente. Es la clase de equipo capaz de ganarse la admiración del Bernabéu. Pocas veces la hinchada madridista ha asumido con tanta resignación la grandeza del rival histórico de su equipo. Pero no hubo otro remedio. Cuando Ronaldinho protagonizó la maravillosa jugada del tercer gol, la gente se levantó, olvidó rencillas y ovacionó al jugador brasileño. Fue una ovación de reconocimiento a Ronaldinho y al equipo que había triunfado en el Bernabéu. Hay momentos donde el fútbol puede con todo. Ese fue uno.

Detrás de los tres goles del Barça hubo varios que no llegaron por la actuación de Casillas, el único jugador del Madrid que no pareció superado por el trago. Que eso ocurra ante su hinchada y en el partido más esperado de la temporada, es una pésima noticia para el Madrid. Derrotas de este calado tienen graves efectos sobre el club, sometido ahora mismo a un desánimo absoluto. Los aficionados salieron enfadados y aturdidos del encuentro, convencidos del difícil panorama que le espera al Madrid esta temporada y probablemente en el futuro como no cambie de política. En el otro lado, todo funcionó como la seda. No fue el típico partido que se sale de la realidad. Fue la consagración de la realidad. El Barça aplastó al Madrid con un juego que mezcló la serenidad, la precisión y la contudencia de sus delanteros. Todo con ingenio y clase. Fue una gran noche de Messi, que ganó con claridad su duelo con Roberto Carlos y salió vencedor en otro duelo virtual: el que mantiene con Robinho. Eto’o fue de nuevo el depredador implacable que destruye temporada tras temporada a la defensa del Madrid. Anotó el primer gol y en ningún momento se sintió cohibido por las censuras de los aficionados. Y finalmente Ronaldinho, autor de un partido grandioso, maradoniano por las cosas que hizo y por el efecto que dejó. Sus goles fueron dos obras de arte. Combinó la potencia, la velocidad, la astucia, la habilidad y la precisión. En Ronaldinho desembocó el magnífico partido del Barça, el mejor Barça que ha pasado por el Bernabéu desde la célebre noche de Cruyff y el 0-5.»

En fin, que leo ahora lo de que «si el Madrid no reacciona con el proyecto futbolístico que ahora no tiene, el Barça tiene vía libre para hacer época» y me pongo de una mala leche…

P.S.: ¿Recordamos también el primer gol de Dinho en partido de Liga en el Camp Nou? (03/09/03). No fue mala presentación en casa, ¿eh?





De leyenda

6 07 2008

Hoy hemos asistido a uno de los espectáculos deportivos más descomunales que haya visto. Durante cinco horas el mejor tenista de la historia y una máquina física y mental han jugado el mejor duelo de tenis que recuerdo. Dos portentos, dos señores creando con cada raquetazo un mito. Como toda batalla legendaria, sólo podía quedar uno. Y así ha sido.

Gloria para el campeón, para nuestro Rafa. Sin embargo, el que ha perdido es un deportista tan soberbio, un caballero tan grande y un tipo tan educado y humilde que no puedo evitar centrar en él esta entrada, con la que para mí tengo como la mejor imagen del partido: El cinco veces ganador destronado, agarrado a un segundo premio que se resiste a reconocer como suyo, y mirando al nuevo campeón recoger quizás en ese momento la copa, verdadero centro de la foto aunque esté fuera de plano (Foto: Reuters).





Güi ar de champions, ¡¡copón!!

29 06 2008

¿Podríamos?

¿Podemos?

Podemos.

¡PUDIMOS!





A disfrutar (o-é)

27 06 2008

Disfrutemos del momento, del ahora.

Una exhibición.

Tres cumbres.

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

Y el domingo, a por los teutones.





¡¡Puxa Sporting!!

15 06 2008

Ojalá estuviera allí para vivirlo con vosotros, Astur. Gijón debe ser un lugar mágico en estos momentos. ¡Ya estáis de nuevo en Primera! ¡¡Enhorabuena!!

Pumarino, disfruta de la fiesta.





Slippery when wet

22 05 2008

Alucino no solo con la mala baba que gasta la gente, sino también con la rapidez con que lo hace. Hoy he recibido por mail el mejor y más conciso resumen de la final de la Champions League de anoche entre el Manchester United y el Chelsea… 🙂






Pasillo al Madrid

5 05 2008

Pues sí, el Madrid no ha fallado y se ha proclamado matemáticamente campeón de la Liga 2007/2008. Y como los culés somos ante todo caballeros, cumpliremos con la tradición de hacerle el pasillo a los campeones en el derbi de este miércoles. Propongo dos alternativas para el pasillo:

Opción A:

Opción B:





All Star Game 1988 (Jordan, Wilkins, Bird)

17 02 2008

Ahora que este finde se ha celebrado el All Star en la NBA, me ha dado por recordar aquellos maravillosos años en cuyas madrugadas descubría alucinado el mejor basket del mundo de la mano del programa Cerca de las Estrellas, en TVE 2, presentado por el genial y polifacético Ramón Trecet (eso era retransmitir un partido de basket, y no lo de Andrés Montes), junto con un jovencísimo Esteban Gómez.

Gracias a ese programa, estrenado en el año 1987, pudimos disfrutar en estas latitudes de un grupo de jugadores de leyenda (probablemente nos permitió ver a lo más grande de la historia de la NBA) tan enorme cualitativa como cuantitativamente. Vimos el ocaso de los Celtics de Bird, McHale, Parish, Ainge…; el fulgor de los grandes Lakers de Magic, Worthy, un Abdul Jabbar a punto de retirarse, AC Green, Byron Scott…; el comienzo del reinado de los Bad Boys (Pistons), con mi ídolo de aquella época Isiah Thomas, más los Vinnie Johnson, Laimbeer, Joe Dumars, Rodman (que llegó después); los Sonics de la espectacular pareja formada por Dalle Ellis y Xavier McDaniel; los Nuggets de Alex English; los 76ers con la mole Charles Barkley; los Hawks con Dominique Wilkins; los Knicks liderados por Pat Ewing; la pareja total Stockton-Karl Malone en los Jazz (una pena inmensa que esos dos se retirasen sin ganar un anillo); los Rockets y sus «Torres Gemelas» (Ralph Sampson y un jovencillo Olajuwon); Clyde «The Glide» Drexler y sus Trail Blazers; Rolando Blackman en los Mavs; el equipazo de los Phoenix Suns (Kevin Johnson, Mark West, Tom Chambers, Dan Majerle, Jeff Hornacek…); y, claro, estaban fraguándose los enormes Bulls que arrasaron en los 90, con el germen formado por Jordan, Pippen, Paxon, Horace Grant, y Bill Cartwright.

En fin, que nos llegó una liga de basket a casa en la que, como mínimo, en cada equipo había un par de tíos que jugaban como los ángeles. Y así eran los All Star de aquellos finales de los 80 y principios de los 90. Una verdadera conjunción astral sobre el parqué. Jamás olvidaré esas madrugadas con mi tío (verdadero fanático del baloncesto), en casa de mis abuelos, para ver las finales de los Pistons contra los Lakers, y los piques entre ambos, él seguidor de los Lakers y yo, aunque solo fuera por fastidiar (y porque me encantaba Isiah Thomas), de los Pistons. Esas noches de NBA fueron una gozada.

Hace 20 años (el 7 de febrero de 1988) tuvo lugar en Chicago uno de los All Star Weekend más impresionantes de todos los tiempos. En primer lugar porque en él se celebró probablemente el mejor concurso de mates nunca disputado. La máxima expresión del mítico duelo Jordan vs Wilkins. Casi ná…

En segundo lugar, porque un señor llamado Larry Bird disputó la final del concurso de triples a otro señor llamado Dale Ellis y, cuando solo le quedaba un balón por lanzar (el último tricolor), estaban empatados, y pasó lo que podéis ver en el siguiente vídeo:

Y porque con tal cantidad de figuras el partido Este contra Oeste fue una auténtica gozada que terminó con victoria de los primeros por 138 a 133, habiendo jugando los siguientes equipos (acojona solo leerlos). Las mejores 10 jugadas del partido las tenéis a continuación. ¡Qué barbaridad de Magic Johnson!